close
Informes de investigación
Informes de investigación
Transición Energética

Transición energética en Argentina y China. Caracterización, perspectivas e identificación de posibilidades de cooperación.

Resumen ejecutivo

● El sistema energético global se encuentra en un proceso de profunda transformación, cuyo ritmo continúa acelerándose en la medida en que la transición energética adquiere dimensiones concretas. A diferencia de transiciones pasadas, la actual es un objetivo deliberado, que involucra acciones consensuadas en la comunidad internacional orientadas a reducir el volumen de emisiones de gases de efecto invernadero y alcanzar un paradigma de producción y consumo menos dañino con el medio ambiente.

● Tanto la Argentina como China participan del Acuerdo de París. En ambos países, además, se ha avanzado en la incorporación de energías limpias aunque aún con alcance limitado. En el caso de China, su papel es esencial en el proceso de transición energética, debido a su peso en el consumo total de energía y, especialmente, en materia de emisiones. Contrariamente, la Argentina tiene un peso marginal en la emisión de gases de efecto invernadero.

● Argentina ha presentado sucesivas metas de reducción de emisiones GEI, aunque no se han traducido en programas concretos. El proceso de transición se ha caracterizado por políticas inconexas y crecientes restricciones macroeconómicas, que han tendido a desplazar de la agenda medidas orientadas a desplazar combustibles fósiles. Las urgencias económicas provocaron que se retrasen medidas destinadas a una mayor electrificación y particularmente al desarrollo del potencial renovable. El alto costo del capital y la falta de infraestructura resultan determinantes en este aspecto.

● Argentina cuenta con significativos recursos de algunos de los insumos que serán más demandados en las próximas décadas en el marco de la transición energética, por sus dotaciones de minerales (cobre y litio) y su disponibilidad de gas natural en Vaca Muerta. A más largo plazo, el hidrógeno de bajas emisiones y los biocombustibles avanzados aparecen como sectores con potencial de desarrollo.

● Así, gracias al potencial con que cuenta en estos recursos clave, la Argentina puede contribuir a la transición energética global no solo a través de sus compromisos de reducción de emisiones al interior de su economía, sino aportando aquellos recursos que favorecen la transición en otros países. Para desarrollar el potencial de estos sectores, se requiere acceder a financiamiento para obras de infraestructura y para la realización de los proyectos (a través de instituciones de crédito o de IED). Además, en los sectores proveedores de insumos clave para la transición, tener offtakers viabilizaría proyectos reduciendo el riesgo comercial y el costo de financiamiento.

● En el caso de China, se destaca el rápido crecimiento económico desde la década de 1980 que la ha convertido en la segunda economía global. Ese proceso estuvo basado en el desarrollo de industrias intensivas en el uso de energía y con un rápido proceso de urbanización. En ese período, las problemáticas vinculadas con el impacto sobre el medio ambiente estuvieron subordinadas a los objetivos de crecimiento. Ello tendió a modificarse a partir de la década de 2010, cuando habiéndose alcanzado indicadores de calidad del aire muy negativos en las principales ciudades chinas, desde la planificación comenzó a considerarse el paradigma de crecimiento como “insostenible” y se declaró la “guerra a la contaminación”.

● Las medidas de transición energética adoptadas en China resultan esenciales para las metas adoptadas a nivel global. Tal como ocurre en otros ámbitos, las medidas orientadas a la transición energética suponen un proceso de largo aliento y con un alto grado de planificación. En sus NDC, China se reconoce como un “país en desarrollo” y en ese contexto es necesario conciliar sus compromisos ambientales con sus objetivos de crecimiento económico, históricamente basado en un uso intensivo de la energía con el carbón como fuente principal.

● La implementación de metas y programas de incentivos asociados a energías limpias parece estar impulsada más por factores domésticos que por compromisos globales. En este aspecto, los altos niveles de polución del aire en las grandes urbes y el reconocimiento de los sectores vinculados a la transición como polos de desarrollo tecnológico e industrial dieron lugar a una notable expansión, colocando a China como líder global en los segmentos de energías renovables y aquellos vinculados a la electromovilidad.

● En ese proceso, China requiere de un gran volumen de insumos clave para la transición, debiendo recurrir a la importación de aquellos que no puede producir en su totalidad, y que pueden tornarse esenciales para el desarrollo de estos sectores.

● En ese marco, existe un campo amplio para desarrollar la cooperación en materia energética, considerando los intereses y las necesidades de ambos países. En particular, Argentina necesita desarrollar los (relativamente) abundantes recursos con los que cuenta en sectores que están llamados a ser muy Transición energética en Argentina y China. Caracterización, perspectivas e identificación de posibilidades de cooperación. 6 importantes en el proceso de transición energética global, para lo que requiere fuertes inversiones tanto en infraestructura como en el desarrollo de los proyectos extractivos y de tratamiento de los recursos. Paralelamente, China necesita garantizarse ese tipo de recursos para su proceso de transición y para continuar siendo líder en el desarrollo industrial y tecnológico. La incorporación argentina a la Iniciativa de la Franja y la Ruta podría ser un ámbito propicio para el desarrollo de este tipo de cooperación..